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Es cuático ver como los demás cumplen los 18 y como mi propia vida está cada vez más cerca de cumplir la fecha magna de la mayoria de edad. Es raro, pero creo que si tengo que decir que terminó mi infancia, no me quejo.

No fue una pelicula súper linda llena de momentos felices y emocionantes, no conocí aliens perdidos ni salvé al mundo, pero tuve la oportunidad de equivocarme mucho y de poner toda mi sangre en ciertas ideas que me siguen enseñando, con dolor, calor y esperanza.

Estoy feliz de haber nacido y de conocer ciertas cosas, como el fondo de un río en Renaico o el sabor de las pasas en el pastel de choclo. No extraño Quintero, pero quiero volver y que vuelva un poco a mi. Tambien me pasa algo así con ciertas personas. No las extraño, las quiero, mi pasado no está amarrandome ni encerrandome, soy libre para caminar hacia donde yo quiera.

No tengo via apia, ni camino del Inca o puente de Hielo, pero creo que valdrá la pena recorrerlos todos. Valdrá la pena volver a ver la luna llena estallar en la noche o dormir acurrucado a la melancolía en una gruta.

Tengo esperanzas, vida, sueños y fuego para quemarlo todo de nuevo y volver a comenzar.